Días atrás conocimos la noticia de que le habían pasado una factura de unos dos mil euros a una persona que se había perdido y tuvieron que actuar los bomberos. Esto es vergonzoso e indignante, todos pagamos nuestros impuestos y se supone que a cambio debemos recibir una serie de servicios: educación, sanidad, seguridad, etc. Todos tenemos claro que esto no puede ser así, por lo que no voy a entrar en este tema. (archivo ¿quién paga el accidente?, enero 2011)
Lo que me parece de vergüenza es que el político no asuma sus responsabilidades y se dedique a culpar a personas que nada tienen que ver con esto. Cuando hablan de las tasas que se cobran, lo hacen como si no tuvieran nada que ver con ellas, como si alguien hubiese llegado un día y decidiese ponerlas, sin contar con nadie. Que sepan que esto no es así, que es la Junta General del Consorcio, formada por Gobierno de Canarias, Cabildo de Gran Canaria y Ayuntamientos consorciados, la que ha establecido dichas tasas. Resumiendo y para no liarnos, nuestros representantes políticos, esos que van diciendo ahora que no están de acuerdo con el cobro de las mismas.
En mi opinión, no me sorprende nada el comportamiento de estos señores, que sólo se preocupan por mirar sus estadísticas para las elecciones, por cuánto van a cobrar por una licencia de obra, etc.
Ahora aprovechan esta ocasión para arremeter nuevamente contra los bomberos, que si no hay dinero para que siga funcionando el Consorcio, que si una gran parte del presupuesto se va en sueldos, etc. Esto suena a estrategia política, ya que se acercan las elecciones y hay que ganar votos. Desde aquí quiero decirles que hay determinados servicios de los que no se puede prescindir: educación, sanidad, justicia, seguridad, etc.
La administración no está hecha para ganar dinero y ser rentable, está hecha para prestar servicios a los ciudadanos y si esto conlleva que tenga que salir más dinero del que entra, pues así será.
Personalmente, le exijo a la administración que mantenga profesionales al frente de todos los servicios que presta. No puedo permitir que, de forma altruista, me atienda en un servicio de urgencias, una persona que ha hecho cuatro cursos de primeros auxilios y en sus ratos libres acude al hospital, exijo un profesional; al igual que tampoco permito que a mi hijos les de clase una persona que ha estudiado en una academia durante tres meses como impartir clases a menores, exijo un profesional; tampoco permito que me tenga que juzgar una persona que ha leído mucho sobre leyes y visto tres películas sobre juicios, exijo un profesional. Lógicamente, tampoco voy a permitir que si mi casa se quema y mis hijos se quedan dentro atrapados, vengan a rescatarlos personas que han hecho tres cursos de incendio y rescate, exijo un profesional.
El político ha aprovechado que la gente quiere ayudar, para así poder prescindir de trabajadores cualificados y profesionales y poner a gente para que cubra puestos de trabajo. Lo más triste de todo, es que hay personas a las que eso le parece bien. Los culpables somos nosotros que no les exigimos a los políticos que se dejen de tonterías y hagan bien su trabajo, que pongan a nuestro servicio a profesionales, que pagamos por ello con nuestros impuestos. No estoy en contra de las personas que son voluntarias, pero hay que tener en cuenta que así se pierden puestos de trabajo.
Ahora le ha dado a algunos ayuntamientos por decir que quieren crear su propio cuerpo de bomberos, que así les saldrá más barato. Está más que demostrado que la fórmula más económica para mantener un cuerpo de bomberos en condiciones es a través de un consorcio (archivo ¿consorciado? noviembre 2010) . Es cierto que hay municipios que no tienen la obligación de tener bomberos, pero sus alcaldes no se dan cuenta de que no sólo prestan servicio en sus municipios, sino que se atiende a los municipios colindantes. Pensando un poquito mal, igual es mejor tener un cuerpo de bomberos controlado por uno mismo para así poder meter mano en la hucha.
No les sigamos el juego a los políticos, llevan tiempo haciéndolo mal y quieren culpar de todos los problemas actuales a los trabajadores y sobre todo a los funcionarios, haciéndoles poco menos que responsables de la situación que vivimos.
No, ellos no se compran el coche que quieren para ir de paseo a los plenos
No, ellos no contratan a trece asesores (primos, hermanos, amigos)
No, ellos no viajan en primera y van a hoteles de cinco estrellas
No, ellos no comen en los mejores restaurantes
No, ellos no crean sus policías autonómicas ni sus televisiones
Espabilemos y no perdamos el norte, no podemos quedarnos sentados en casa, maldiciendo todo, echándoles la culpa a los demás y sin salir a la calle a protestar. Seamos valientes y digamos que estamos cansados de los incompetentes que nos dirigen.
El verdadero culpable de todo esto se presenta el 22 de mayo a las elecciones. Ya sabes lo que tienes que hacer.
Gracias