viernes, 15 de abril de 2011

Revuelta municipal

Revuelta municipal por la factura de los bomberos

 

La decisión de cobrar una tasa a los vecinos accidentados reaviva el conflicto sobre la financiación del Consorcio






JESÚS MONTESDEOCA Los diecinueve municipios que forman parte del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria se niegan de forma tajante a incrementar sus aportaciones económicas a ese cuerpo de bomberos y varios alcaldes incluso se plantean abandonarlo porque las cuotas que pagan no compensan los servicios que reciben.

El intento de cobrar 2.140 euros por la búsqueda de un enfermo de alzhéimer que había desaparecido de su casa ha reavivado la polémica sobre el funcionamiento del Consorcio. "El Ayuntamiento de Firgas paga 100.000 euros al año por los servicios de bomberos y encima quieren cobrárselos a los ciudadanos; para cuatro o cinco veces que tienen que acudir a este municipio mejor nos quedamos fuera y que nos pasen después la factura", comenta el alcalde firguense Manuel Báez, aún indignado por el trauma que han sufrido dos familias de su localidad.

Ambos casos, destapados por LA PROVINCIA/DLP, son los de Vicente Medina, un vecino de 88 años que padece alzhéimer y estuvo perdido durante un día, y de Carmelo Díaz, rescatado tras caer al mar en unos acantilados de Arucas y al que se le reclaman 600 euros. Báez anunció que en la primera reunión del Consorcio que se celebre va a exigir que se supriman las tasas a las víctimas de los accidentes. "No es normal que los vecinos de un municipio consorciado tengan que pagar", añadió el edil firguense.

La reclamación de Báez es compartida por el resto de los alcaldes. Todos los regidores consultados rechazan que se cobren tasas por llamadas de urgencia o cuando el servicio es activado por el teléfono de emergencias 1-1-2. Aunque no son partidarios de la eliminación total de las tasas a los particulares, sí consideran que solo se deben cobrar cuando las pueden cubrir los seguros de los accidentados o cuando la salida de los bomberos se realiza por una conducta imprudente.

Retirada

El cobro de las tasas es solo uno de los problemas que atraviesa el Consorcio. La mayoría de los ayuntamientos rechazaron en febrero el último convenio y advirtieron que no están dispuestos a incrementar su aportación en los próximos años. El convenio se salvó con los votos del Cabildo, delegados en la consejera Encarna Galván, y de los ayuntamientos socialistas de Arucas (lo representó Ángel Víctor Torres), Teror y La Aldea. En contra votaron el Gobierno autónomo y los ayuntamientos de Nueva Canarias, el PP y CC. Santa María de Guía e Ingenio se abstuvieron.

Tras esa ruptura interna, los municipios buscan soluciones alternativas. La Mancomunidad del Sureste, formada por Ingenio, Agüimes y Santa Lucía, ha encargado un informe sobre la viabilidad de asumir directamente el servicio de bomberos. Óscar Hernández, consejero del Cabildo y concejal de Hacienda Agüimes, ve el problema desde los dos bandos y asegura que esos tres municipios "se ahorrarían hasta la mitad de lo que pagan ahora al Consorcio".

Lucas Bravo de Laguna, alcalde de Santa Brígida, reconoce que también se está planteando abandonar el Consorcio si no se corrige el sistema de cuotas. Y como Santa Brígida los demás municipios con menos de 20.000 habitantes, que no están obligados por ley a tener un cuerpo de bomberos.

Los ayuntamientos pequeños que barajan abandonar el Consorcio no lo hacen solo porque estén disconformes con el servicio, sino porque creen que no podrán pagarlo. "Algunos municipios están esperando que otros den el paso para irse también", apunta Bravo de Laguna.

"En Artenara nos hemos planteado si tiene sentido estar dentro del Consorcio, pues aquí raramente se utilizan sus servi- cios; aquí estamos desprotegidos y lejos de todo ", afirma la alcaldesa, Guacimara Medina.



Fuente

La Provincia/DLP

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